Si usas gafas, quizás te preguntes si es posible reutilizar tus lentes en monturas nuevas.
Es una duda común, especialmente si tienes lentes con prescripción que son costosos o difíciles de reemplazar. La respuesta depende de varios factores, como el tipo de lentes que tienes y la forma de las monturas que deseas usar.
En este artículo, exploraremos si puedes reutilizar lentes en monturas nuevas y qué aspectos debes considerar antes de tomar una decisión.
Entonces surge la pregunta: si cambias de montura, ¿puedes usar los lentes antiguos?
La respuesta breve es: ¡sí, absolutamente puedes!
Y aquí te explicamos cómo hacerlo:
Visita a tu óptico
Visita a tu óptico; si el daño en la patilla o en el borde es leve, ellos pueden repararlo sin problema.
Sin embargo, si está dañado irreparablemente, tendrás que reemplazarlo.
Además, la decisión de reutilizar tus lentes antiguos depende del óptico y del estado de los mismos para poder adaptarlos a la nueva montura.
Si el óptico considera que están demasiado dañados, necesitarás un par de gafas completamente nuevo.
Pero si los lentes están en buen estado, ¡adelante con la reutilización!
Por supuesto, a veces uno quiere arreglar las monturas por su cuenta, pero eso puede ser un error.
Si se rompe la patilla y piensas que con un poco de pegamento bastará, corres el riesgo de una reacción química cerca de tu cara debido a los componentes del pegamento.
Es mejor confiar en el óptico, ya que es un experto en gafas y sabe cómo manejar estos casos.
Su conocimiento es tu garantía para disfrutar y valorar tus gafas.
Mantente fiel al original
Asegúrate de que tus nuevas monturas se parezcan a las originales.
Si es posible, pregunta a tu óptico si tiene una copia igual en stock para un traslado rápido de los lentes antiguos a las nuevas monturas.
Si no hay una réplica disponible, tendrás que buscar cuidadosamente una nueva montura similar.
Puedes elegir cualquier par que coincida con el original, o pedir ayuda al óptico, quien conoce bien el inventario.
Una vez que tengas tus opciones, empieza la evaluación.
¿Tu montura original es metal o plástico?
El plástico es más fácil de elegir porque es más moldeable y abundante.
Además, muchas monturas de plástico son lo suficientemente gruesas para ocultar los bordes, lo que permite que los lentes antiguos encajen bien si el óptico es experto.
Las monturas metálicas pueden ser más complicadas.
Suelen ser finas, lo que puede dificultar que los lentes encajen, especialmente si no es una réplica exacta de la montura original.
En ese caso, podría ser mejor cambiar a monturas de plástico que mantengan la forma original para facilitar la adaptación.
Si quieres conocer más sobre las tendencias y estilos en monturas para gafas de sol, te recomendamos leer nuestro artículo sobre Guía completa de gafas de sol: estilos, protección y tendencias.
Verifica las medidas
El tamaño puedes evaluarlo visualmente, pero el verdadero desafío está en tomar las medidas exactas.
Es importante conocer la altura y el ancho del lente por razones evidentes.
También hay que considerar la curvatura del lente.
Esta puede ser un detalle pequeño, pero importante, ya que lentes planos sólo encajan en monturas planas, y lentes curvos deben ir con monturas curvas.
Si colocas lentes curvos en una montura plana, los bordes sobresaldrán, aunque las medidas coincidan.
Si eres detallista, asegúrate de elegir una montura compatible con la curvatura de tus lentes.
¿Son compatibles?
Cuando tengas la montura escogida, el último paso es el ajuste.
En monturas de plástico nuevas, el óptico puede calentar el material para aflojar las partes y colocar los lentes adecuadamente.
En monturas metálicas, el óptico afloja los tornillos para insertar los lentes y ajustar la montura.
¡Y listo! Tendrás un par de gafas nuevo y mejorado.
Si buscas inspiración o recomendaciones para elegir las mejores gafas de sol para hombres y mujeres, no dejes de consultar nuestra selección especial.
Conclusión sobre reutilizar lentes en monturas nuevas
Es normal no saber cuánto cuesta reutilizar lentes en monturas nuevas, ya que no se trata de reemplazar todo.
Pero para que tengas una idea, puedes presupuestar aproximadamente 100 euros para este servicio.
Reemplazar solo una parte de tus gafas puede ser una opción económica.
Si tus lentes antiguos están en buen estado, podrás ahorrar hasta que sea necesario cambiarlos por desgaste o daño.
Este proceso implica coordinación entre lentes y montura, pero puede ayudarte a cuidar tu presupuesto, especialmente en tiempos difíciles.
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